miércoles, 29 de julio de 2009

Hay que joderse

me quedo hasta tarde un día de miércoles
Me voy al trabajo, tarde, para resolver temas y me doy cuenta que no me gusta el tango que escucho.
Pero a la vez me representa, en esas canciones de amor y desamor que de niña me parecían banales y ahora las comprendo mucho más.
A veces me siento reflejada en algunas.
Entra un señor canoso y me perturba , me confunde , constato que debo utilizar lentes de lejos , hecho que me hace sentir más vieja y ajena.
Estoy cansada y hace frío ...
No tengo ganas de seguir en modo "RRPP"
Es un día frío , de miércoles , de soledad , de cierta sensación de vejez , de deterioro ..
Sin embargo la gente disfruta de un festejo multitudinario y divertido y por otro lado , en la milonga, bailan tango sensualmente.
Entiendo que es mi sensación : de mi vejez, de mi deterioro,es un estado psicológico y anímico.
Llego tarde a casa y me sirvo una copa de vino .
Busco y uso aquel sacacorchos tan lindo , que desde hace un tiempo me ayuda a abrir las botellas de vino ergonómicamente.
Me pongo un tanto nostálgica.
Luego sigo a mil bajando información ,imprimiento material , mandando mails hasta que me viene un sueño tremendo pero todavía falta para caer rendida...
Suena la radio , me acompaña fielmente.
Suena Salinas y me pongo un poco más nostálgica.
Sigo tratando de pensar en nuevos proyectos , de no pensar en el abandono , el silencio o la omisión.
Me siento como creo que deben sentirse los familiares de desaparecidos cuando no saben si realmente murieron.
Salvando las distancias , es la sensación de que las cosas terminan pero sigue habiendo un futuro.
Yo me inspiro , como me inspiro con lo surrealista de la vida y lo gracioso de algunas situaciones.
Pero hoy no me siento divertida ni inspirada.
Hago catarsis .
Suena "Le Pas du chat noir " y me pongo cada vez más nostálgica.
Del paso de aquel gato que sentía ronronear en el borde de mi cama.
Será porque es otro miércoles, por que soy consciente de la finitud de la vida o de la casualidad de la reiteración de signos y símbolos que me traen recuerdos .
Será porque él me alentó a escribir , me dijo : " Escriba , escriba" , pero no me lee...
Y tampoco me escribe.
Y digo, hablando sola , como suelo hacerlo :
"Hay que joderse!!! " me digo.
Y me pongo a escribir.

jueves, 4 de junio de 2009

Vacaciones : la mejor época del año .

Cuando una se propone disfrutar de las mismas, en posición de loto, alineando y armonizando los chakras, prendiendo un incienso “sai flora”, música “new age” y diciendo a los cuatro elementos: “Voy pasar bien, no me voy a pelear con mis hijos, haré una vida relajada y desestresada, invitaré a mis amigas del alma y perdonaré todas las peleas pasadas”
Luego me digo a modo de mantra unas cuatro o cinco veces:
“Voy a disfrutar, voy a disfrutar, voy a disfrutar, voy a disfrutar”

Cuando llego a la casa familiar de las afueras limpio , barro, ordeno, guardo ropa, juguetes, barrenadores, paletas playeras, shorts de baño, mallas, abrigo liviano, impermeables por las dudas, algún pantalón por si refresca , ropa de más por si no se puede lavar y secar al sol ( porque carecemos de lavarropa en la casa de afuera , así como de tv cable, teléfono, microondas, multiprocesadora, secarropa, computadora, freezer y aspiradora… además de empleada, ya que se tomó todo el mes de vacaciones reglamentarias )
Por suerte tengo un ex marido que debe tener un gen escandinavo, me llevó en su coche con : niños, perro, patineta y bicicletas .
Luego de dejar todo en la casa , nos invitó a almorzar a un restaurant del balneario.

Queda claro , entonces , que mis vacaciones implicaban estar todo el día con los niños, además de hacer mandados, cocinar, lavar ropa a mano, separar a los niños en cada situación belicosa en la que sus vidas peligraban (y mis nervios: ni hablar) además de tratar de convencerlos de que debían ir a la playa de tarde por la radiación ultravioleta y el agua que está mas calentita, que debían ponerse protector para andar en bici y por supuesto: gorro.

Iba casi todo bien hasta que llega mi amiga de la infancia con una angustia insostenible y su hijo adolescente, exiliada de la casa de verano de sus padres (y sin antidepresivos en el portacosméticos!!!), que se bajaba ¾ lt de whisky diarios, se fumaba dos cajillas de cigarrillos y se dormía la mona después del almuerzo.
Luego se levantaba antes de la merienda tardía a las 20 hs y todo lo quería comprar en lugar de elaborar
Comienza a partir de allí otro tipo de convivenci : dos núcleos familiares, dos “modus vivendi” ...
Yo, a partir de ese momento empiezo a ser la “histérica de la limpieza” y la que impone “muuuuchas reglas y normas” que reta a los niños y los hace lavarse la taza de la leche, colaborar en las compras diarias en su bici, y esperar cuando la madre les prepara una comida que les encanta pero tiene un poco más de elaboración como bizcochos caseros con levadura, pizza, merengues o revuelto “gramajo” , sin salir a buscar el primer delivery de pizza que haya en la vuelta.
¡Y yo , que me había llevado la medicación que me ayudaría a dejar el cigarrillo además del multivitamínico!
Obviamente, no sólo dejé de tomar la pastilla en cuestión sino que me deglutía el ansiolítico de mañana y de tarde, además de fumar hasta quince cigarrillos diarios.


Lo importante es que no tuve muchos accidentes domésticos más que los que generan andar en bici o cortar distraída alguna lechuga.
La vida sigue y yo sin acudir al psiquiatra ni a mayores meditaciones o armonizaciones.
Y el verano también sigue aunque mi trabajo empieza mañana y dentro de todo se sigue viviendo cierta magia veraniega que hace que el sol nos haga sentir de alguna manera que esta estación es eterna y que falta taaaaaaaaanto para que empiece el invierno.
“Todo brillo es oro bajo el leve lente del verano” dijo un poeta.
Obviamente si esto me hubiera pasado en invierno… estaría con una locura indescriptible porque lo que el sol tiene es que entibia los ánimos y lima algunas asperezas quitando importancia a cosas que en las noches invernales parecerían terribles.

sábado, 14 de febrero de 2009

Lavar los platos : ¿limpieza espiritual?

He constatado varias veces que mi estado anímico cambia cuando dejo en el escurridor el último utensillo lavado con deterjente y agua tibia (mi bolsillo perdone...)
A veces creo que tiene que ver con un hábito amadecasista que tanto en el discurso verbal como para-verbal he adquirido a lo largo de años de permanente educación en el tema.
Difícilmente logre concentrarme en una sola cosa a la vez como, por ejemplo, lavar los platos pensando sólo en ello.
Un terapeuta holístico que tuve hace muchísimos años me lo recomendó como ejercicio : “Lavá los platos , concentrate en eso , sentí el agua , la esponja , la textura del jabón , la efímera espuma , el ruido sobre la pileta , la sensación de que toda vos está creada sólo para lavar los platos en ese momento”.

Pero si sé que me hace sentir mucho mejor, tener la vajilla limpia a dejarla sucia.
Hoy traté de concentrarme.
Me sentía cada vez mejor, mientras sacaba el borde grisblancuzco de la cocción de los huevos duros y el arroz.
Cuando pacientemente pasé la esponja enjabonada a cada cubierto y luego de enjuagarlos ví el brillo del acero inoxidable, sentí cierta plenitud.
Y cuando logré sacar todos y cada uno de los granitos de arroz que hacía un día estaban trabando la salida del agua en la pileta, me sentí pura.
Confieso que he logrado cierto grado de felicidad cuando los vasos quedan casi transparentes, sólo cubiertos de algunas gotitas que, lentamente descienden hasta quedar implecables en algunas ocasiones.
Porque ¡qué vergüenza se pasa cuando algún invitado investiga disimuladamente la transparencia del vaso que le toca en suerte!
Quizás en la limpieza cotidiana de los elementos que nos ayudan a cocinar y a alimentarnos, esté la clave.
A veces creo que en es acto pretendemos lavar nuestras miserias, suciedades que tienen que ver con lo más elemental y permanente de nuestra vida: el alimento.


Los restos orgánicos de lo que llevamos a la boca y nos hace caminar, deleitarnos, transpirar y oler de cierta manera, disfrutar de los sentidos, provocarnos una diarrea o una alergia , evocarnos un paisaje y un estado anímico , se van diluyendo mientras va desapareciendo la espuma.
¿Será que ver esos pedacitos de lo que alguna vez no tan remota nos alimentó y nutrió , saldos de comida y bebida, se nos presenta como una basura la cual tenemos que limpiar para dejar todo prolijo ,perfumado , estable...inorgánico?
Platos, cerámica, loza, acero inoxidable, plástico, teflon, polyfom, deterjente.
Todo perfectamente ordenado en su sitio, con su textura, su aroma y su inerte presencia sin la materia que alguna vez nos nutrió para pasar a otros estados físicos y emocionales de acuerdo a las comidas , bebidas , condimentos , compañías y cocción de la que fueron acompañados.